1. f. Un Suceso o cosa extraordinarios que causan admiración.
2. f. Acción y efecto de maravillar o maravillarse.
3. f. Planta herbácea de la familia de las Compuestas, de tres a cuatro decímetros de altura, con hojas abrazadoras.
1. loc. verb. Ser singular y excelente.
Un breve poema de Antípatro de Tesalonica nombra por vez primera siete maravillas, admirables, que por su singularidad no pueden compararse a nada ni a nadie. Únicas en el mundo. Efímeras, pues aunque él no lo supiese, su presencia se diluiría con el tiempo (con alguna excepción) , comotodo, como nosotros mismos, y dejarían de ser maravillas, pues esta lista no incluía ruinas por muy espectaculares que fueran ( como era el caso de la torre de Babel, la 8º maravilla soterrada, pero ruina, al fin y al cabo, de un antiguo intento de comunicación). Su lista incluía:
1- la gran pirámide de Giza,
encargada por el faraón Keops. la única de la lista que aun se puede visitar. Puede que sea porque los sótanos, las cámaras secretas, son más difíciles de dinamitar que las altas torres. Y eso me alegra. Porque aunque desapareciese la pirámide antes de que yo visitara Egipto siempre me quedaría el lugar más mágico, la cámara del tesoro, que bajo tierra aguarda un visitante que se gane la intimidad que contiene, custodiada por un fiero Goliat. Un tesoro al que se accede con un trozo de moneda.
2- Los jardines colgantes de Babilonia,
el aire fresco que desprendían, la vida que inyectaban en el interior de la ciudad, integrando naturaleza (de natural) en plena urbe. Como un Patio Maravilloso.
Babilonia se convertía así, custodiada por ellos, y por el ejército de los maravillosos, en hogar de animales en vias de extinción, espacio donde retozan los amantes y nido de libertad,
el unico lugar de la región donde el chivato de un asesino comunista podía convivir con un gato a rallas y con tímidos soñadores de bonitas sonrisas.
3- La estatua de Zeus, (El recolector de Nubes, el rey divino) de Fidias.
La leyenda dice que el escultor creó esta magnífica statua para los ingratos eleos, que despues le asesinaron sin dilación. Fue derribada cuando Teodosio prohibió los cultos paganos. Y ahi empezo su verdadera importancia, su leyenda, pues la estatua es por tanto un símbolo de aquello que me han dicho que dice Oscar Wilde: "todo el mundo mata aquello que ama".
Ahora es un bloque de apartamentos.
4- el Templo de Artemisa,
un lugar que me da una punzada de nostalgia, pues visité sus ruinas en otra vida...pero debemos descartarla como maravilla pues, como hemos dicho las ruinas, por definición, no podian incluirse en la lista, por ausentes. Sólo lo presente es susceptible de ser disfrutado como regalo maravilloso.
Descartada pues, esta maravilla, la sustituiremos por un columpio alegre, más maravilloso aún, lleno de sur,uno que, como aquella ruina antes de serlo,
tenga fuertes columnas, esté rodeado de agua
y de tortugas casiopeas repartidoras de tiempo.
5- La tumba del rey Mausolo, en Halicarnaso.
Según los historiadores la vida de Mausolo no tiene nada de destacable a excepción de su excepcional tumba. Es, por tanto, su huella la que dejo huella. Si no hubiese sido enterrado, probablemente nadie sabría quien es Mausolo, que tuvo que morir para trascender.
6- El famoso y magnánimo Coloso de Rodas,
que, curiosamente fue el más efimero de las maravillas. Será porque representaba al sol, a Helios, el sol Invictus en una isla única en el mundo.
Y como el sol, el Coloso y su leyenda, volvera siempre aunque se vaya, sin dejar de ser el punto de referencia en torno al que gira todo.
Como un molinillo de viento.
7- Y por último, el faro de Alejandría,
la luz que guiaba a los navíos que se dirigían al puerto de la ciudad egipcia. A veces barcos a punto de hundirse, a veces grandes naves cargadas de riquezas, de sedas de maravillas de otros mundos. Como las cuevas, el Faro de Alejandría necesitaba de una buena lumbre para indicar el camino a los navegantes, asi que el farero encendia una fogata cada noche para mostrar su posición, y para dar calor al forastero que necesitase cobijo en los días de invierno En la parte más alta, un gran espejo metálico reflejaba la luz del sol durante el día, y por la noche, proyectaba la luminosidad de la gran hogera a mas de 50 kilómetros, para que todo el mundo que en su viaje, que se hubiera ganado estar a menos de esa distancia de su corazón, tuviera siempre un hogar hacia el que dirigirse.
Si Antípatro y sus congéneres hubieran conocido la fragilidad de sus maravillas, hubiesen disfrutado más de ellas, las hubiesen cuidado como se cuida algo insólito, un presente (regalo), pues todos sabemos que lo singular no suele estar destinado a perdurar, y hay que intentar que no se nos escape el presente, por si acaso.
Maravillosa la vida, si señor.
2 comments:
Maravillosa.
Pues sí, para bien o para mal..
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