Entre todas las Nowherelands que me han acogido estos últimos meses ( desde un sofá de cuyo nombre no quiero acordarme hasta ese maravilloso Hogar Zoe) y esta pequeña ciudad de Switzerland hay un camino largo y, sin embargo, parece que ambas estuvieran a la vuelta de la esquina. Será que empiezo a acostumbrarme a no pertenecer a ningún sitio.
2 comments:
me encanta saber que estas por ahí... que estas disfrutando.. descubriendo, creciendo.. Te mereces lo mejor del mundo..
Los nolugares parecen ejercer sobre las almas viajeras una fascinación especial: acaso por su inaprehensibilidad, su escaparse de categorías y fronteras. Suele hacer frío en ellos y el alma quisiera escapar, pero no puede. Un trozo de ella queda atrapado para siempre en sus arenas movedizas donde conviven, sin mirarse, el amor y el olvido...
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