Thursday, May 24, 2007

dulce compañía






Mis pequeños sobrinos exploradores siguen descubriendo el mundo con tanta energía que a veces les envidio.



Cualquier acontecimiento es un regalo único para ellos, un modo de disfrutar y sorprenderse. Puede ser una partida de futbolín o el escaso recorrido matutino de un incauto caracol.


Mi barbas también hace de las suyas con ellos.

Yo tambien disfruto, fascinada, viendo sus conquistas y guardándolas con mi cámara para compartirlas con vosotros.